domingo, 17 de mayo de 2009
Corazón Coraza
Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza
porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro
porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.
Mario Benedetti
(1.920 - 2.009)
Gracias, queridísimo Mario, por tantas palabras, por tantos momentos, por acompañarme desde hace tanto tiempo...
lunes, 4 de mayo de 2009
Ahora te quiero...
Ahora te quiero,
como el mar quiere a su agua:
desde fuera, por arriba,
haciéndose sin parar
con ella tormentas, fugas,
albergues, descansos, calmas.
¡Qué frenesíes, quererte!
¡Qué entusiasmo de olas altas,
y qué desmayos de espuma
van y vienen! Un tropel
de formas, hechas, deshechas,
galopan desmelenadas.
Pero detrás de sus flancos
está soñándose un sueño
de otra forma más profunda
de querer, que está allá abajo:
de no ser ya movimiento,
de acabar este vaivén,
este ir y venir, de cielos
a abismos, de hallar por fin
la inmóvil flor sin otoño
de un quererse quieto, quieto.
Más allá de ola y espuma
el querer busca su fondo.
Esta hondura donde el mar
hizo la paz con su agua
y están queriéndose ya
sin signo, sin movimiento.
Amor
tan sepultado en su ser,
tan entregado, tan quieto,
que nuestro querer en vida
se sintiese
seguro de no acabar
cuando terminan los besos,
las miradas, las señales.
Tan cierto de no morir,
como está
el gran amor de los muertos.
Pedro Salinas
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Pedro Salinas
martes, 24 de marzo de 2009
veinticuatro de marzo...
Los viejos amores que no están,
la ilusión de los que perdieron,
todas las promesas que se van,
y los que en cualquier guerra se cayeron.
Todo está guardado en la memoria,
sueño de la vida y de la historia.
El engaño y la complicidad
de los genocidas que están sueltos,
el indulto y el punto final
a las bestias de aquel infierno.
Todo está guardado en la memoria,
sueño de la vida y de la historia.
La memoria despierta para herir
a los pueblos dormidos
que no la dejan vivir
libre como el viento.
Los desaparecidos que se buscan
con el color de sus nacimientos,
el hambre y la abundancia que se juntan,
el mal trato con su mal recuerdo.
Todo está clavado en la memoria,
espina de la vida y de la historia.
Dos mil comerían por un año
con lo que cuesta un minuto militar
Cuántos dejarían de ser esclavos
por el precio de una bomba al mar.
Todo está clavado en la memoria,
espina de la vida y de la historia.
La memoria pincha hasta sangrar,
a los pueblos que la amarran
y no la dejan andar
libre como el viento.
Todos los muertos de la A.M.I.A.
y los de la Embajada de Israel,
el poder secreto de las armas,
la justicia que mira y no ve.
Todo está escondido en la memoria,
refugio de la vida y de la historia.
Fue cuando se callaron las iglesias,
fue cuando el fútbol se lo comió todo,
que los padres palotinos y Angelelli
dejaron su sangre en el lodo.
Todo está escondido en la memoria,
refugio de la vida y de la historia.
La memoria estalla hasta vencer
a los pueblos que la aplastan
y que no la dejan ser
libre como el viento.
La bala a Chico Méndez en Brasil,
150.000 guatemaltecos,
los mineros que enfrentan al fusil,
represión estudiantil en México.
Todo está cargado en la memoria,
arma de la vida y de la historia.
América con almas destruidas,
los chicos que mata el escuadrón,
suplicio de Mugica por las villas,
dignidad de Rodolfo Walsh.
Todo está cargado en la memoria,
arma de la vida y de la historia.
La memoria apunta hasta matar
a los pueblos que la callan
y no la dejan volar
libre como el viento.
El autor de la canción es León Gieco, la obra es de René Magritte.
domingo, 8 de marzo de 2009
ocho de marzo...
Y Dios me hizo mujer,
de pelo largo,
ojos,
nariz y boca de mujer.
Con curvas
y pliegues
y suaves hondonadas
y me cavó por dentro,
me hizo un taller de seres humanos.
Tejió delicadamente mis nervios
y balanceó con cuidado
el número de mis hormonas.
Compuso mi sangre
y me inyectó con ella
para que irrigara
todo mi cuerpo;
nacieron así las ideas,
los sueños,
el instinto.
Todo lo que creó suavemente
a martillazos de soplidos
y taladrazos de amor,
las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días
por las que me levanto orgullosa
todas las mañanas
y bendigo mi sexo.
Gioconda Belli
miércoles, 18 de febrero de 2009
Dicotomía incruenta
Siempre llega mi mano
más tarde que otra mano que se mezcla a la mía
y forman una mano.
Cuando voy a sentarme
advierto que mi cuerpo
se sienta en otro cuerpo que acaba de sentarse
adonde yo me siento.
Y en el preciso instante
de entrar en una casa,
descubro que ya estaba
antes de haber llegado.
Por eso es muy posible que no asista a mi entierro,
y que mientras me rieguen de lugares comunes,
ya me encuentre en la tumba,
vestido de esqueleto,
bostezando los tópicos y los llantos fingidos.
Oliverio Girondo
domingo, 25 de enero de 2009
Azul de tierra en tí
Parece mar, el cielo
donde me he recostado a soñarte…
Si vieras mi mirada,
como un ave, cazando horizontes y estrellas.
El universo es mío desde que tú te hiciste
techo de mariposas para mi corazón.
Es tan azul el aire cuando mueves tus alas,
que el vuelo nace eterno en repetida ola sin cansancio.
No sé si en ola o nube abrirme la ternura
para rodarme al sueño donde duermes.
Es tan callado el viento,
que he podido lograrte entre los ecos.
Soy toda claridad para estrecharte…
Te he visto con los ojos vivos
como los ojos abiertos de los bosques,
figurándome en risas y quebradas nadando hasta el océano.
Te he recogido en huellas de canciones marinas
donde una vez dejaste corazones de agua enamorados.
Te he sacado del tiempo…
¡Cómo te he levantado en un lirio de luz
que floreció mi mano al recordarte !
¿Por qué me corre el mar ?
Tú eres vivo universo contestándome…
Julia de Burgos
lunes, 5 de enero de 2009
¿Buenos deseos...?
"Que los ruidos te perforen los dientes"
Que los ruidos te perforen los dientes,
como una lima de dentista,
y la memoria se te llene de herrumbre,
de olores descompuestos y de palabras rotas.
Que te crezca, en cada uno de los poros,
una pata de araña;
que sólo puedas alimentarte de barajas usadas
y que el sueño te reduzca, como una aplanadora,
al espesor de tu retrato.
Que al salir a la calle,
hasta los faroles te corran a patadas;
que un fanatismo irresistible te obligue a prosternarte
ante los tachos de basura
y que todos los habitantes de la ciudad
te confundan con un madero.
Que cuando quieras decir: "Mi amor",
digas: "Pescado frito";
que tus manos intenten estrangularte a cada rato,
y que en vez de tirar el cigarrillo,
seas tú el que te arrojes en las salivaderas.
Que tu mujer te engañe hasta con los buzones;
que al acostarse junto a ti,
se metamorfosee en sanguijuela,
y que después de parir un cuervo,
alumbre una llave inglesa.
Que tu familia se divierta en deformarte el esqueleto,
para que los espejos, al mirarte,
se suiciden de repugnancia;
que tu único entretenimiento consista en instalarte
en la sala de espera de los dentistas,
disfrazado de cocodrilo,
y que te enamores, tan locamente,
de una caja de hierro,
que no puedas dejar, ni por un solo instante,
de lamerle la cerradura.
Oliverio Girondo
Que los ruidos te perforen los dientes,
como una lima de dentista,
y la memoria se te llene de herrumbre,
de olores descompuestos y de palabras rotas.
Que te crezca, en cada uno de los poros,
una pata de araña;
que sólo puedas alimentarte de barajas usadas
y que el sueño te reduzca, como una aplanadora,
al espesor de tu retrato.
Que al salir a la calle,
hasta los faroles te corran a patadas;
que un fanatismo irresistible te obligue a prosternarte
ante los tachos de basura
y que todos los habitantes de la ciudad
te confundan con un madero.
Que cuando quieras decir: "Mi amor",
digas: "Pescado frito";
que tus manos intenten estrangularte a cada rato,
y que en vez de tirar el cigarrillo,
seas tú el que te arrojes en las salivaderas.
Que tu mujer te engañe hasta con los buzones;
que al acostarse junto a ti,
se metamorfosee en sanguijuela,
y que después de parir un cuervo,
alumbre una llave inglesa.
Que tu familia se divierta en deformarte el esqueleto,
para que los espejos, al mirarte,
se suiciden de repugnancia;
que tu único entretenimiento consista en instalarte
en la sala de espera de los dentistas,
disfrazado de cocodrilo,
y que te enamores, tan locamente,
de una caja de hierro,
que no puedas dejar, ni por un solo instante,
de lamerle la cerradura.
Oliverio Girondo
lunes, 29 de diciembre de 2008
El juego en que andamos
Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta salud de saber que estamos muy enfermos,
esta dicha de andar tan infelices.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta inocencia de no ser un inocente,
esta pureza en que ando por impuro.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
este amor con que odio,
esta esperanza que come panes desesperados.
Aquí pasa, señores,
que me juego la muerte.
Juan Gelman
esta salud de saber que estamos muy enfermos,
esta dicha de andar tan infelices.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta inocencia de no ser un inocente,
esta pureza en que ando por impuro.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
este amor con que odio,
esta esperanza que come panes desesperados.
Aquí pasa, señores,
que me juego la muerte.
Juan Gelman
sábado, 20 de diciembre de 2008
La Casa
Temible y aguardada como la muerte misma
se levanta la casa.
No será necesario que llamemos con todas nuestras lágrimas.
Nada. Ni el sueño, ni siquiera la lámpara.
Porque día tras día
aquellos que vivieron en nosotros un llanto contenido hasta palidecer
han partido,
y su leve ademán ha despertado una edad sepultada,
todo el amor de las antiguas cosas a las que acaso dimos, sin saberlo,
la duración exacta de la vida.
Ellos nos llaman hoy desde su amante sombra,
reclinados en las altas ventanas
como en un despertar que sólo aguarda la señal convenida
para restituir cada mirada a su propio destino;
y a través de las ramas soñolientas el primer huésped de la memoria nos saluda:
el pájaro del amanecer que entreabre con su canto las lentísimas puertas
como a un arco del aire por el que penetramos a un clima diferente.
Ven. Vamos a recobrar ese paciente imperio de la dicha
lo mismo que a un disperso jardín que el viento recupera.
Contemplemos aún los claros aposentos,
las pálidas guirnaldas que mecieron una noche estival,
las aéreas cortinas girando todavía en el halo de la luz como mariposas en la lejanía,
nuestra imagen fugaz
detenida por siempre en los espejos de implacable destierro,
las flores que murieron por sí solas para rememorar el fulgor inmortal de la melancolía,
y también las estatuas que despertó, sin duda a nuestro paso,
ese rumor tan dulce de la hierba;
y perfumes, colores y sonidos en que reconocemos un instante
del mundo;
y allá, tan sólo el viento sedoso y envolvente
de un día sin vivir que abandonamos, dormidos sobre el aire.
Nadie pudo ver nunca la incesante morada
donde todo repite nuestros nombres más allá de la tierra.
Mas nosotros sabemos que ella existe, como nosotros mismos,
por el sólo deseo de volver a vivir, entre el afán del polvo y
la tristeza,
aquello que quisimos.
Nosotros lo sabemos porque a través del resplandor nocturno
el porvenir se alzó como una nube del último recinto,
el último, el vedado,
con nuestra sombra eterna entre la sombra.
Acaso lo sabían ya nuestros corazones.
Olga Orozco
Desde lejos (1946)
se levanta la casa.
No será necesario que llamemos con todas nuestras lágrimas.
Nada. Ni el sueño, ni siquiera la lámpara.
Porque día tras día
aquellos que vivieron en nosotros un llanto contenido hasta palidecer
han partido,
y su leve ademán ha despertado una edad sepultada,
todo el amor de las antiguas cosas a las que acaso dimos, sin saberlo,
la duración exacta de la vida.
Ellos nos llaman hoy desde su amante sombra,
reclinados en las altas ventanas
como en un despertar que sólo aguarda la señal convenida
para restituir cada mirada a su propio destino;
y a través de las ramas soñolientas el primer huésped de la memoria nos saluda:
el pájaro del amanecer que entreabre con su canto las lentísimas puertas
como a un arco del aire por el que penetramos a un clima diferente.
Ven. Vamos a recobrar ese paciente imperio de la dicha
lo mismo que a un disperso jardín que el viento recupera.
Contemplemos aún los claros aposentos,
las pálidas guirnaldas que mecieron una noche estival,
las aéreas cortinas girando todavía en el halo de la luz como mariposas en la lejanía,
nuestra imagen fugaz
detenida por siempre en los espejos de implacable destierro,
las flores que murieron por sí solas para rememorar el fulgor inmortal de la melancolía,
y también las estatuas que despertó, sin duda a nuestro paso,
ese rumor tan dulce de la hierba;
y perfumes, colores y sonidos en que reconocemos un instante
del mundo;
y allá, tan sólo el viento sedoso y envolvente
de un día sin vivir que abandonamos, dormidos sobre el aire.
Nadie pudo ver nunca la incesante morada
donde todo repite nuestros nombres más allá de la tierra.
Mas nosotros sabemos que ella existe, como nosotros mismos,
por el sólo deseo de volver a vivir, entre el afán del polvo y
la tristeza,
aquello que quisimos.
Nosotros lo sabemos porque a través del resplandor nocturno
el porvenir se alzó como una nube del último recinto,
el último, el vedado,
con nuestra sombra eterna entre la sombra.
Acaso lo sabían ya nuestros corazones.
Olga Orozco
Desde lejos (1946)
sábado, 22 de noviembre de 2008
No es que muera de amor...
No es que muera de amor, muero de ti.
Muero de ti, amor, de amor de ti,
de urgencia mía de mi piel de ti,
de mi alma de ti y de mi boca
y del insoportable que yo soy sin ti.
Muero de ti y de mí, muero de ambos,
de nosotros, de ese, desgarrado, partido,
me muero, te muero, lo morimos.
Morimos en mi cuarto en que estoy sólo,
en mi cama en que faltas,en la calle donde
mi brazo va vacío,en el cine y los parques,
los tranvías,los lugares donde mi hombro
acostumbra tu cabeza y mi mano tu mano
y todo yo te sé como yo mismo.
Morimos en el sitio que le he prestado al
aire para que estés fuera de mí,y en el lugar
en el que el aire se acaba cuando te echo mi
piel encima y nos conocemos en nosotros,
separados del mundo,dichosa, penetrada,
y cierto, interminable.
Morimos, lo sabemos, lo ignoran, nos morimos
entre los dos, ahora, separados,del uno al otro
diariamente,cayéndonos en múltiples estatuas,
en gestos que nos vemos,en nuestras manos
que nos necesitan.
Nos morimos, amor, muero en tu vientre
que no muerdo ni beso,en tus muslos dulcísimos
y vivos,en tu carne sin fin, muero de máscaras,de
triángulos obscuros e incesantes.
Me muero de mi cuerpo y de tu cuerpo,de nuestra
muerte, amor, muero, morimos.
En el pozo de amor a todas horas,inconsolable,
a gritos,dentro de mí, quiero decir, te llamo,te
llaman los que nacen, los que vienen de atrás,
de ti, los que a ti llegan.Nos morimos, amor,
y nada hacemos sino morirnos más, hora tras
hora,y escribirnos y hablarnos y morirnos.
Jaime Sabines
sábado, 15 de noviembre de 2008
Mareo
Me da vergüenza y no sé si decírtelo
si se me nota no levanto la mirada
y me derrito si te tengo cara a cara
si te encuentro a solas
vuelvo a creer en Dios.
Es que me mata tu ausencia
y haberte querido tanto
porque el recuerdo no es real
estemos juntos otra vez.
El tiempo arrasa secuestrando mi pudor
cobro confianza y te dirijo unas palabras
caigo al abismo que el presente nos depara
y febril en la caída pregunto ¿que nos pasó?
Es que me mata tu ausencia
y haberte querido tanto
porque el recuerdo no es real
estemos juntos otra vez.
Es que me mata tu ausencia
y haberte querido tanto
porque el recuerdo no es real
no acepto mas pasarla mal
estemos juntos otra vez.
si se me nota no levanto la mirada
y me derrito si te tengo cara a cara
si te encuentro a solas
vuelvo a creer en Dios.
Es que me mata tu ausencia
y haberte querido tanto
porque el recuerdo no es real
estemos juntos otra vez.
El tiempo arrasa secuestrando mi pudor
cobro confianza y te dirijo unas palabras
caigo al abismo que el presente nos depara
y febril en la caída pregunto ¿que nos pasó?
Es que me mata tu ausencia
y haberte querido tanto
porque el recuerdo no es real
estemos juntos otra vez.
Es que me mata tu ausencia
y haberte querido tanto
porque el recuerdo no es real
no acepto mas pasarla mal
estemos juntos otra vez.
miércoles, 20 de agosto de 2008
Me dueles
Me dueles.
Mansamente, insoportablemente, me dueles.
Toma mi cabeza, córtame el cuello.
Nada queda de mí después de este amor.
Entre los escombros de mi alma búscame,
escúchame.
En algún sitio mi voz, sobrevive, llama,
pide tu asombro,
tu iluminado silencio.
Atravesando muros, atmósferas, edades,
tu rostro (tu rostro que parece que fuera cierto)
viene desde la muerte, desde antes
del primer día que despertara al mundo.
¡Qué claridad tu rostro, qué ternura
de luz ensimismada,
qué dibujos de miel sobre hojas de agua!
Amo tus ojos, amo, amo tus ojos.
Soy como el hijo de tus ojos,
como una gota de tus ojos soy.
Levántame. De entre tus pies levántame, recógeme,
del suelo, de la sombra que pisas,
del rincón de tu cuarto que nunca ves en sueños.
Levántame. Porque he caído de tus manos
y quiero vivir, vivir, vivir.
Mansamente, insoportablemente, me dueles.
Toma mi cabeza, córtame el cuello.
Nada queda de mí después de este amor.
Entre los escombros de mi alma búscame,
escúchame.
En algún sitio mi voz, sobrevive, llama,
pide tu asombro,
tu iluminado silencio.
Atravesando muros, atmósferas, edades,
tu rostro (tu rostro que parece que fuera cierto)
viene desde la muerte, desde antes
del primer día que despertara al mundo.
¡Qué claridad tu rostro, qué ternura
de luz ensimismada,
qué dibujos de miel sobre hojas de agua!
Amo tus ojos, amo, amo tus ojos.
Soy como el hijo de tus ojos,
como una gota de tus ojos soy.
Levántame. De entre tus pies levántame, recógeme,
del suelo, de la sombra que pisas,
del rincón de tu cuarto que nunca ves en sueños.
Levántame. Porque he caído de tus manos
y quiero vivir, vivir, vivir.
miércoles, 13 de agosto de 2008
lunes, 21 de julio de 2008
La pequeña muerte
No nos da risa el amor cuando llega a lo más hondo de su
viaje, a lo más alto de su vuelo: en lo más hondo, en lo más
alto, nos arranca gemidos y quejidos, voces de dolor,
aunque sea jubiloso dolor, lo que pensándolo bien nada tiene de
raro, porque nacer es una alegría que duele. Pequeńa muerte,
llaman en Francia a la culminación de] abrazo, que rompiéndonos
nos junta y perdiéndonos nos encuentra y acabándonos nos
empieza. Pequeńa muerte, la llaman; pero grande, muy grande ha
de ser, si matándonos nos nace.
Eduardo Galeano, de "El libro de los abrazos"
martes, 8 de julio de 2008
El recuerdo
La música, el mar y esa sensación caliente que se me va regando por dentro. El recuerdo, la ternura, la depresión y todas esas cosas que me van haciendo, que van dibujando las hebras de mi pelo en tu camisa, que van llegando a mis ojos, a mi boca, llenándome de nostalgia, de agua salada, de luna cortada en pedazos y envuelta en papel plateado, de tu nombre, del nombre que no existe, de lo que tenemos y lo que nos falta, de todo eso que tengo dentro, que me recorre y me da esa sensación caliente que te lleva y te trae.
Gioconda Belli
miércoles, 2 de julio de 2008
Diez años después
Si 10 años después te vuelvo a encontrar en algún lugar,
no te olvides que soy distinto de aquél pero casi igual.
Si la casualidad nos vuelve a juntar diez años después
algo se va a incendiar, no voy a mostrar mi lado cortés.
Aquello fue un gran punto de partida,
pero a la vez qué fácil se te olvida.
10 años después quién puede volver atrás.
Estamos en la tierra cuatro días
y el cielo no me ofrece garantías:
10 años después mejor volver a empezar.
Si tu credulidad se deterioró en algún lugar,
no te olvides que soy testigo casual de tu soledad.
Si 10 años años después no estamos igual, ¡qué le vas a hacer!
Otros 10 años más y luego, empezar juntos otra vez.
Aquello fue una linda primavera
pero fue solamente la primera.
10 años después el tiempo empieza a pesar.
Me quedan balas en la cartuchera
pero te guardo siempre la primera.
10 años después mejor reír que llorar.
Una carta te di que nunca escribí, que nadie leyó.
Hoy, 10 años después, todo sigue igual, nunca te llegó.
Dentro del corazón, al día de hoy, no queda lugar.
Si perdí la razón, no fue por amor, fue por soledad.
La vida es una gran sala de espera,
la otra es una caja de madera.
Diez años después mejor dormir que soñar.
No se puede vivir de otra manera,
porque si no la gente ni se entera, 10 Años después
quién puede volver atrás.
10 Años después mejor decir que callar
LOS RODRIGUEZ
-Esta noche estoy nostálgica...y mientras a Pipe le da sueñito...escucharlo a Andrés en otros tiempos es una buena opción...
no te olvides que soy distinto de aquél pero casi igual.
Si la casualidad nos vuelve a juntar diez años después
algo se va a incendiar, no voy a mostrar mi lado cortés.
Aquello fue un gran punto de partida,
pero a la vez qué fácil se te olvida.
10 años después quién puede volver atrás.
Estamos en la tierra cuatro días
y el cielo no me ofrece garantías:
10 años después mejor volver a empezar.
Si tu credulidad se deterioró en algún lugar,
no te olvides que soy testigo casual de tu soledad.
Si 10 años años después no estamos igual, ¡qué le vas a hacer!
Otros 10 años más y luego, empezar juntos otra vez.
Aquello fue una linda primavera
pero fue solamente la primera.
10 años después el tiempo empieza a pesar.
Me quedan balas en la cartuchera
pero te guardo siempre la primera.
10 años después mejor reír que llorar.
Una carta te di que nunca escribí, que nadie leyó.
Hoy, 10 años después, todo sigue igual, nunca te llegó.
Dentro del corazón, al día de hoy, no queda lugar.
Si perdí la razón, no fue por amor, fue por soledad.
La vida es una gran sala de espera,
la otra es una caja de madera.
Diez años después mejor dormir que soñar.
No se puede vivir de otra manera,
porque si no la gente ni se entera, 10 Años después
quién puede volver atrás.
10 Años después mejor decir que callar
LOS RODRIGUEZ
-Esta noche estoy nostálgica...y mientras a Pipe le da sueñito...escucharlo a Andrés en otros tiempos es una buena opción...
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Andrés Calamaro,
Los Rodriguez
lunes, 16 de junio de 2008
Que te vaya bonito
Ojalá que te vaya bonito
ojalá que se acaben tu penas
que te digan que yo ya no existo
que conozcas personas más buenas
que te den lo que no pude darte
aunque yo te haya dado de todo
nunca más volveré a molestarte
te adore te perdí ya ni modo
Cuantas cosas quedaron prendidas
hasta dentro del fondo de mi alma
cuantas luces dejaste encendidas
yo no se como voy a apagarlas
Ojalá que mi amor no te duela
y te olvides de mi para siempre
que se llenen de sangre tus venas
y conozcas una vida de suerte
Yo no se si tu ausencia me mate
aunque tengo mi pecho de acero
pero nadie me llame cobarde
sin saber hasta donde te quiero
Cuantas cosas quedaron prendidas
hasta dentro del fondo de mi alma
cuantas luces dejaste encendidas
yo no se como voy a apagarlas
Chavela Vargas
jueves, 12 de junio de 2008
Qué hago ahora?
¿Dónde pongo lo hallado?
En las calles, los libros
La noche, los rostros
En que te he buscado
¿Dónde pongo lo hallado?
En la tierra, en tu nombre
En la Biblia, en el día
Que al fin te he encontrado
¿Qué le digo a la muerte tantas veces llamada a mi lado
Que al cabo se ha vuelto mi hermana?
¿Qué le digo a la gloria vacía de estar sano
Haciéndome el triste, haciéndome el lobo?
¿Qué le digo a los perros que se iban conmigo
En noches pérdidas de estar sin amigos?
¿Qué le digo a la luna que creí compañera
De noches y noches sin ser verdadera?
¿Qué hago ahora contigo?
Las palomas que van a dormir a los parques
Ya no hablan conmigo
¿Qué hago ahora contigo?
Ahora que eres la luna, los perros
Las noches, todos los amigos
En las calles, los libros
La noche, los rostros
En que te he buscado
¿Dónde pongo lo hallado?
En la tierra, en tu nombre
En la Biblia, en el día
Que al fin te he encontrado
¿Qué le digo a la muerte tantas veces llamada a mi lado
Que al cabo se ha vuelto mi hermana?
¿Qué le digo a la gloria vacía de estar sano
Haciéndome el triste, haciéndome el lobo?
¿Qué le digo a los perros que se iban conmigo
En noches pérdidas de estar sin amigos?
¿Qué le digo a la luna que creí compañera
De noches y noches sin ser verdadera?
¿Qué hago ahora contigo?
Las palomas que van a dormir a los parques
Ya no hablan conmigo
¿Qué hago ahora contigo?
Ahora que eres la luna, los perros
Las noches, todos los amigos
sábado, 7 de junio de 2008
los aviones
Es tarde se hizo de día
menos mal, que está nublado
se acabó todo lo que había
queda un cigarro mojado
porque quiero dormir
y soñar con ella
mientras por afuera
pasan los aviones
no quiero que se termine
no quiero que me abandones
me olvidé de avisar
no te voy a llamar
ni una sóla vez en cuatro días
o si no mujer voy a hacer
cualquier cosa que me digas
porque quiero dormir
y soñar con ella
mientras por afuera
pasan los aviones
no quiero que se termine )
no quiero que me abandones .
no quiero que se termine )
no quiero que me abandones
Andrés Calamaro
Cómo me gusta este tema...! Cómo me gusta Andrés!
http://www.goear.com/listen.php?v=4858faf
Libertad
Sobre mis cuadernos de colegial
Sobre el pupitre y los árboles
Sobre la arena sobre la nieve
Escribo tu nombre
Sobre todas las páginas leídas
Sobre todas las páginas en blanco
Piedra, sangre, papel o ceniza
Escribo tu nombre
Sobre las imágenes doradas
Sobre las armas de los belicosos
Sobre la corona de reyes
Escribo tu nombre
Sobre la selva y el desierto
Sobre los nidos sobre las retamas
Sobre el eco de mi infancia
Escribo tu nombre
Sobre las maravillas de las noches
Sobre el pan blanco de los días
Sobre las temporadas desposadas
Escribo tu nombre
Sobre todos mis trapos de azul
Sobre el estanque sol enmohecido
Sobre el lago luna viva
Escribo tu nombre
Sobre los campos sobre el horizonte
Sobre las alas de los pájaros
Y sobre el molino de las sombras
Escribo tu nombre
Sobre cada soplo de aurora
Sobre el mar en los barcos
Sobre la montaña lunática
Escribo tu nombre
Sobre la espuma de las nubes
Sobre los sudores de la tormenta
Sobre la lluvia gruesa e insípida
Escribo tu nombre
Sobre las formas que centellean
Sobre las campanas de los colores
Sobre la verdad física
Escribo tu nombre
Sobre las sendas despertadas
Sobre las carreteras desplegadas
Sobre los lugares que desbordan
Escribo tu nombre
Sobre la lámpara que se enciende
Sobre la lámpara que se apaga
Sobre mis casas reunidas
Escribo tu nombre
Sobre el fruto cortado en dos
Espejo y mi habitación
Sobre mi cama vacía
Escribo tu nombre
Sobre mi perro codicioso y tierno
Sobre sus orejas elaboradas
Sobre su pierna torpe
Escribo tu nombre
Sobre el trampolín de mi puerta
Sobre los objetos familiares
Sobre el mar del fuego bendito
Escribo tu nombre
Sobre toda carne concedida
Sobre la frente de mis amigos
Sobre cada mano que se tiende
Escribo tu nombre
Sobre el cristal de las sorpresas
Sobre los labios atentos
Bien sobre el silencio
Escribo tu nombre
Sobre mis refugios destruidos
Sobre mis faros aplastados
Sobre las paredes de mi problema
Escribo tu nombre
Sobre la ausencia sin deseos
Sobre la soledad desnuda
Sobre las marchas de la muerte
Escribo tu nombre
Sobre la salud vuelta de nuevo
Sobre el riesgo desaparecido
Sobre la esperanza sin recuerdos
Escribo tu nombre
Y por el poder de una palabra
Reinicio mi vida
Nací para conocerte
Para nombrarte
Libertad
Paul Eluard
jueves, 29 de mayo de 2008
Fallezco en el intento de tocarte, amor de tierra, espacio y piel, porque este viento sólo habla de tormentas y sombras que se rompen en pedazos.
Soy el beso virgen que prendido de tus ojos hace florecer todos sus campos; soy esa mujer, eternidad que yerra sola por la sombra, amor de manos ciegas.
Y tú, doliente rama de hojas transparentes, mil promesas, mares, cerros y collados.
Quiero cubrirme toda con tu cielo para desvestir mi piel inmóvil. Ven...desordena mi corazón, y mitiga el hondo sin fin de mi tristeza.
Amor efímero y eterno que se desploma en el adiós.
Seremos sombra y olvido tomados de la mano, dos almas que lloran en la oquedad del pensamiento. Tan libres, tú en el viento, yo en el secreto del mar; tú en los llanos y las sierras, yo en los hilos del sol y en los acantilados.
Fallezco en el intento de tocarte.
Amor efímero y eterno, el más puro, el más pequeño.
Yanira Soundy
Soy el beso virgen que prendido de tus ojos hace florecer todos sus campos; soy esa mujer, eternidad que yerra sola por la sombra, amor de manos ciegas.
Y tú, doliente rama de hojas transparentes, mil promesas, mares, cerros y collados.
Quiero cubrirme toda con tu cielo para desvestir mi piel inmóvil. Ven...desordena mi corazón, y mitiga el hondo sin fin de mi tristeza.
Amor efímero y eterno que se desploma en el adiós.
Seremos sombra y olvido tomados de la mano, dos almas que lloran en la oquedad del pensamiento. Tan libres, tú en el viento, yo en el secreto del mar; tú en los llanos y las sierras, yo en los hilos del sol y en los acantilados.
Fallezco en el intento de tocarte.
Amor efímero y eterno, el más puro, el más pequeño.
Yanira Soundy
sábado, 24 de mayo de 2008
Sencillamente
Dame sencillamente
Lo que más te guste
Lo que más te guste
Dame solamente
Lo que más te guste
Y nada más
Es que estás llena de sombras
Y ensombreciste la casa
El nido estaba caliente
y acabó por enfriar
A veces duele mentirte la verdad
Es que te veo acovachada
Como una fiera acorralada
Que solo a mí quiere atacar
Por eso
Dame sencillamente
Lo que más te guste
Lo que más te guste
Dame solamente
Lo que más te guste
Y nada más
El esfuerzo te afea
Solo curvas en la espalda
La vida pierde la gracia
para el que olvida celebrar
Y me pedís lo que no tengo, mi bien
Lo que hago no te alcanza
No hay pan que tape el agujero
El de la angustia existencial
Por eso
Dame solamente
Lo que más te guste
Y nada más
Está hincada mirando el suelo
Con una virgen en tu regazo
Te deshiciste de vos
Y ahora lo culpás a Dios
Es que amo tu sonrisa
Y lo demás no me hace falta
Si bailaras para el cielo esta noche amor
Buenos augurios llegarán
A veces me siento cruento
Al fantasear con tu vida
No pongo de más expectativas
De que vayas a cambiar
Y a veces te volvés exigente
Esperando magia en mis propuestas
Pero alguna absurda respuesta
Te vuelve a decepcionar
Dame sencillamente
Lo que más te guste
Lo que más te guste
Dame solamente
Lo que más te guste
Y nada más
Por eso
Dame sencillamente
Lo que más te guste
Lo que más te guste
Y nada más
Y nada más
Lo que más te guste
Lo que más te guste
Lo que más te guste
Lo que más te guste
Bersuit Bergarabat
sábado, 17 de mayo de 2008
Por ti, la oscuridad de quien provengo,
siento un amor mayor que por la llama
que da límite al mundo,
en tanto que ella brilla
sólo para algún círculo
fuera del cual no hay ser que la conozca.
Pero la oscuridad retiene todo:
las llamas y las formas, al animal y a mí
tal como los atrapa,
personas y poderes.
Y puede ser: una fuerza mayúscula
vecina a mí se mueve.
Yo creo en las noches. Por ti, la oscuridad de quien provengo,
siento un amor mayor que por la llama
que da límite al mundo,
en tanto que ella brilla
sólo para algún círculo
fuera del cual no hay ser que la conozca.
Pero la oscuridad retiene todo:
las llamas y las formas, al animal y a mí
tal como los atrapa,
personas y poderes.
Y puede ser: una fuerza mayúscula
vecina a mí se mueve.
Yo creo en las noches
viernes, 16 de mayo de 2008
Cuando estuve en el mar era marino...
Cuando estuve en el mar era marino
este dolor sin prisas.
Dame ahora tu boca:
me la quiero comer con tu sonrisa.
Cuando estuve en el cielo era celeste
este dolor urgente.
Dame ahora tu alma:
quiero clavarle el diente.
No me des nada, amor, no me des nada:
yo te tomo en el viento,
te tomo del arroyo de la sombra,
del giro de la luz y del silencio,
de la piel de las cosas
y de la sangre con que subo al tiempo.
Tú eres un surtidor aunque no quieras
y yo soy el sediento.
No me hables, si quieres, no me toques,
no me conozcas más, yo ya no existo.
Yo soy sólo la vida que te acosa
y tú eres la muerte que resisto.
Jaime Sabines
lunes, 12 de mayo de 2008
Dolor
Quisiera esta tarde divina de octubre
Pasear por la orilla lejana del mar;
Oue la arena de oro, y las aguas verdes,
Y los cielos puros me vieran pasar.
Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera,
Como una romana, para concordar
Con las grandes olas, y las rocas muertas
Y las anchas playas que ciñen el mar.
Con el paso lento, y los ojos fríos
Y la boca muda, dejarme llevar;
Ver cómo se rompen las olas azules
Contra los granitos y no parpadear
Ver cómo las aves rapaces se comen
Los peces pequeños y no despertar;
Pensar que pudieran las frágiles barcas
Hundirse en las aguas y no suspirar;
Ver que se adelanta, la garganta al aire,
El hombre más bello; no desear amar...
Perder la mirada, distraídamente,
Perderla, y que nunca la vuelva a encontrar;
Y, figura erguida, entre cielo y playa,
Sentirme el olvido perenne del mar.
Alfonsina Storni
A tu pedido, Anita...aunque no es este el poema de Alfonsina que más me gusta...
Pasear por la orilla lejana del mar;
Oue la arena de oro, y las aguas verdes,
Y los cielos puros me vieran pasar.
Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera,
Como una romana, para concordar
Con las grandes olas, y las rocas muertas
Y las anchas playas que ciñen el mar.
Con el paso lento, y los ojos fríos
Y la boca muda, dejarme llevar;
Ver cómo se rompen las olas azules
Contra los granitos y no parpadear
Ver cómo las aves rapaces se comen
Los peces pequeños y no despertar;
Pensar que pudieran las frágiles barcas
Hundirse en las aguas y no suspirar;
Ver que se adelanta, la garganta al aire,
El hombre más bello; no desear amar...
Perder la mirada, distraídamente,
Perderla, y que nunca la vuelva a encontrar;
Y, figura erguida, entre cielo y playa,
Sentirme el olvido perenne del mar.
Alfonsina Storni
A tu pedido, Anita...aunque no es este el poema de Alfonsina que más me gusta...
sábado, 10 de mayo de 2008
Me tienes en tus manos
Me tienes en tus manos
y me lees lo mismo que un libro.
Sabes lo que yo ignoro
y me dices las cosas que no me digo.
Me aprendo en ti más que en mi mismo.
Eres como un milagro de todas horas,
como un dolor sin sitio.
Si no fueras mujer fueras mi amigo.
A veces quiero hablarte de mujeres
que a un lado tuyo persigo.
Eres como el perdón
y yo soy como tu hijo.
¡Qué buenos ojos tienes cuando estás conmigo!
¡Qué distante te haces y qué ausente
cuando a la soledad te sacrifico?
Dulce como tu nombre, como un higo,
me esperas en tu mor hasta que arribo.
Tú eres como mi casa,
eres como mi muerte, amor mío.
Jaime Sabines
y me lees lo mismo que un libro.
Sabes lo que yo ignoro
y me dices las cosas que no me digo.
Me aprendo en ti más que en mi mismo.
Eres como un milagro de todas horas,
como un dolor sin sitio.
Si no fueras mujer fueras mi amigo.
A veces quiero hablarte de mujeres
que a un lado tuyo persigo.
Eres como el perdón
y yo soy como tu hijo.
¡Qué buenos ojos tienes cuando estás conmigo!
¡Qué distante te haces y qué ausente
cuando a la soledad te sacrifico?
Dulce como tu nombre, como un higo,
me esperas en tu mor hasta que arribo.
Tú eres como mi casa,
eres como mi muerte, amor mío.
Jaime Sabines
miércoles, 7 de mayo de 2008
Miedo...
Aquí, sobre tu pecho, tengo miedo de todo;
estréchame en tus brazos como una golondrina
y dime la palabra, la palabra divina
que encuentre en mis oídos dulcísimo acomodo.
Háblame de amor, arrúllame, dame el mejor apodo,
besa mis pobres manos, acaricia la fina
mata de mis cabellos, y olvidaré, mezquina,
que soy, ¡oh cielo eterno!, sólo un poco de lodo.
¡Es tan mala la vida! ¡Andan sueltas las fieras...!
Oh, no he tenido nunca las bellas primaveras
que tienen las mujeres cuando todo lo ignoran.
En tus brazos, amado, quiero soñar en ellos,
mientras tus manos blancas suavizan mis cabellos,
mientras mis labios besan, mientras mis ojos lloran.
Alfonsina Storni
-Estoy viendo el video de Metallica - The Unforgiven...Qué tema!!!
http://www.youtube.com/watch?v=5cGvzApDZKI
martes, 6 de mayo de 2008
LAS ARMAS DEL DELIRIO
Grabarte al rojo
Por si la memoria cesa,
Ofrecerte pausas de sombra suculenta,
Grandes ramos agobiados de azulejos,
Instantes y palabras plenas
Ajenos a la condición de quienes aman o traicionan.
No dejar que tu nombre salga
Desvalido o solo,
Hacia las múltiples crucifixiones de la calle.
Saber que no pesa en la percha la mirada
Y que todo es leve cuando escalo eternidades
Apoyado en rocas de nube
Y en algodonadas crestas en que el piolet y la bota
Se afianzan apenas,
Cuando la engarrotada mano,
Frotada con nieve,
Siente de nuevo el vaho de tu presencia.
Inventarte en estrofas
Que no expiran en mitad de su zigzagueante recorrido
Y ser el dueño de tu rostro cuando duermes,
Y no dormir si entu cabello no se enredan
Más estrellas que en el sombrero de Merlín.
Marco Antonio Montes de Oca
Ángel para un final
Cuentan que cuando un silencio
aparecía entre dos,
era que pasaba un ángel
que les robaba la voz.
Y hubo tal silencio el día
que nos tocaba olvidar
que, de tal suerte,
yo todavía
no terminé de callar.
Todo empezó en la sorpresa,
en un encuentro casual,
pero la noche es traviesa
cuando se teje el azar.
Sin querer se hace una ofrenda
que pacta con el dolor
o pasa un ángel,
se hace leyenda
y se convierte en amor.
Ahora comprendo
cuál era el ángel
que entre nosotros pasó.
Era el más terrible,
el implacable,
el más feroz.
Ahora comprendo en total
este silencio mortal.
Ángel que pasa,
besa y te abraza,
ángel para un final.
Silvio Rodríguez
Gracias Anita...amada Anita...
TE VEO COMO UN TEMBLOR...
Te veo como un temblor
en el agua.
Te vas,
te venís,
y dejás anillos en mi imaginación.
Cuando estoy con vos
quisiera tener varios yo,
invadir el aire que respiras,
transformarme en un amor caliente
para que me sudés
y poder entrar y salir de vos.
Acariciarte cerebralmente
o meterme en tu corazón y explotar
con cada uno de tus latidos.
Sembrarte como un gran árbol en mi cuerpo
y cuidar de tus hojas y tu tronco,
darte mi sangre de savia
y convertirme en tierra para vos.
Siento un aliento cosquilloso
cuando estamos juntos,
quisiera convertirme en risa,
llena de gozo,
retozar en playas de ternuras
recién descubiertas,
pero que siempre presentí,
amarte, amarte
hasta que todo se nos olvide
y no sepamos quién es quién.
Gioconda Belli
en el agua.
Te vas,
te venís,
y dejás anillos en mi imaginación.
Cuando estoy con vos
quisiera tener varios yo,
invadir el aire que respiras,
transformarme en un amor caliente
para que me sudés
y poder entrar y salir de vos.
Acariciarte cerebralmente
o meterme en tu corazón y explotar
con cada uno de tus latidos.
Sembrarte como un gran árbol en mi cuerpo
y cuidar de tus hojas y tu tronco,
darte mi sangre de savia
y convertirme en tierra para vos.
Siento un aliento cosquilloso
cuando estamos juntos,
quisiera convertirme en risa,
llena de gozo,
retozar en playas de ternuras
recién descubiertas,
pero que siempre presentí,
amarte, amarte
hasta que todo se nos olvide
y no sepamos quién es quién.
Gioconda Belli
ABANDONADOS
Tocamos la noche con las manos
escurriéndonos la oscuridad entre los dedos,
sobándola como la piel de una oveja negra.
Nos hemos abandonado al desamor,
al desgano de vivir colectando horas en el vacío,
en los días que se dejan pasar y se vuelven a repetir,
intrascendentes,
sin huellas, ni sol, ni explosiones radiantes de claridad.
Nos hemos abandonado dolorosamente a la soledad,
sintiendo la necesidad del amor por debajo de las uñas,
el hueco de un sacabocados en el pecho,
el recuerdo y el ruido como dentro de un caracol
que ha vivido ya demasiado en una pecera de ciudad
y apenas si lleva el eco del mar en su laberinto de concha.
¿Cómo volver a recapturar el tiempo?
¿Interponerle el cuerpo fuerte del deseo y la angustia,
hacerlo retroceder acobardado
por nuestra inquebrantable decisión?
Pero... quién sabe si podremos recapturar el momento
que perdimos.
Nadie puede predecir el pasado
cuando ya quizás no somos los mismos,
cuando ya quizás hemos olvidado
el nombre de la calle
donde
alguna vez
pudimos
encontrarnos.
Gioconda Belli
No Puedo Enamorarme De Ti
Escucha una cosa
Que te voy a decir
Puede que te duela
Pero esto es así
Podría engañarte
Pero no sale de mí
La cosa es que
No puedo enamorarme de ti
Si, yo no puedo enamorarme de ti
Yo no puedo enamorarme de ti
Yo no puedo enamorarme de ti
Yo no puedo enamorarme de ti
Pregúntame si quieres
Quien ocupa el lugar
Pues el fácil saberlo
Solo tienes que andar
Andar por los caminos
Sin mirar hacia atrás
Y así te darás cuenta
Quien ocupa el lugar
Yo no puedo enamorarme de ti
Yo no puedo enamorarme de ti
Yo no puedo enamorarme de ti
Yo no puedo enamorarme de ti
Si quieres quererme
Me puedes querer
Si quieres odiarme
Me puedes odiar
Pero hay una cosa
Que no vas a lograr
Y es que te cambie
Por mi libertad
Yo no puedo enamorarme de ti
Yo no puedo enamorarme de ti
Yo no puedo enamorarme de ti
Yo no puedo enamorarme de ti
La canta Joaquín Sabina...es de Antonio Flores.
lunes, 5 de mayo de 2008
"Si vas a intentarlo, que sea a fondo. Si no, mejor que ni empieces. Puede que pierdas familia, mujer, amistad, trabajos y hasta la cabeza. Puede que no comas en días, puede que te congeles en un banco de la calle. No importa. Es una prueba de resistencia para saber que puedes hacerlo. Y lo harás. A pesar del rechazo y de la incertidumbre, será mejor que cualquier cosa que hayas imaginado. Te sentirás a solas con los dioses, y las noches arderán en llamas. Cabalgarás la vida hasta la risa perfecta. Es la única batalla que cuenta".
Charles Bukowski
Charles Bukowski
Estaré...
Estaré dilucidando nubes. Tratando de ponerle a mi corazón la mancha grande del amor. Llevándome en un saco la lluvia junto con mis lágrimas y los poemas que buscan mi medida, la tuya, y están sentados al borde de la acera esperando que yo los recoja, que pueda sacarle a la vida la gran respuesta, el mensaje, la diferencia entre una vida y otra, entre un cielo y una tierra.
Gioconda Belli
Gioconda Belli
Ahuyentemos el tiempo, amor,
que ya no exista;
esos minutos largos que desfilan pesados
cuando no estás conmigo
y estás en todas partes
sin estar pero estando.
Me dolés en el cuerpo,
me acariciás el pelo
y no estás
y estás cerca
te siento levantarte
desde el aire llenarme
pero estoy sola, amor,
y este estarte viendo
sin que estés
me hace sentirme a veces
como una leona herida
me retuerzo
doy vueltas
te busco
y no estás
y estás
allí
tan cerca.
Gioconda Belli
viernes, 2 de mayo de 2008
domingo, 27 de abril de 2008
No existe el mar esta mañana
Porque todo comienza.
No existe el mar
Ni tiene límites mi cuerpo
Ni conozco la música,
Sangre sin sonido,
Súplicas vertidas en mi copa,
Dolor con alas,
Tímida apariencia de verdad
Y el viento,
Esta mañana.
Húmedo silencio de lejanía y nada
Como la brisa que respira el alba,
Tañido incierto,
Camino sin frontera en la mirada
No mar
No mañana.
Eterna voluntad. Desnuda el agua.
[María Cinta Montagut]
Porque todo comienza.
No existe el mar
Ni tiene límites mi cuerpo
Ni conozco la música,
Sangre sin sonido,
Súplicas vertidas en mi copa,
Dolor con alas,
Tímida apariencia de verdad
Y el viento,
Esta mañana.
Húmedo silencio de lejanía y nada
Como la brisa que respira el alba,
Tañido incierto,
Camino sin frontera en la mirada
No mar
No mañana.
Eterna voluntad. Desnuda el agua.
[María Cinta Montagut]
jueves, 24 de abril de 2008
Todo lo que de vos quisiera
es tan poco en el fondo
porque en el fondo es todo,
como un perro que pasa, una colina,
esas cosas de nada, cotidianas,
espiga y cabellera y dos terrones,
el olor de tu cuerpo,
lo que decís de cualquier cosa,
conmigo o contra mía,
todo eso es tan poco,
yo lo quiero de vos porque te quiero.
Que mires más allá de mí,
que me ames con violenta prescindencia
del mañana, que el grito
de tu entrega se estrelle
en la cara de un jefe de oficina,
y que el placer que juntos inventamos
sea otro signo de la libertad.
[Julio Cortazar]
martes, 22 de abril de 2008
Entonces apareció el zorro:
—¡Buenos días! —dijo el zorro.
—¡Buenos días! —respondió cortésmente el principito que se volvió pero no vio nada.
—Estoy aquí, bajo el manzano —dijo la voz.
—¿Quién eres tú? —preguntó el principito—. ¡Qué bonito eres!
—Soy un zorro —dijo el zorro.
—Ven a jugar conmigo —le propuso el principito—, ¡estoy tan triste!
—No puedo jugar contigo —dijo el zorro—, no estoy domesticado.
—¡Ah, perdón! —dijo el principito.
Pero después de una breve reflexión, añadió:
—¿Qué significa "domesticar"?
—Tú no eres de aquí —dijo el zorro— ¿qué buscas?
—Busco a los hombres —le respondió el principito—. ¿Qué significa "domesticar"?
—Los hombres —dijo el zorro— tienen escopetas y cazan. ¡Es muy molesto! Pero también crían gallinas. Es lo único que les interesa. ¿Tú buscas gallinas?
—No —dijo el principito—. Busco amigos. ¿Qué significa "domesticar"? —volvió a preguntar el principito.
—Es una cosa ya olvidada —dijo el zorro—, significa "crear vínculos... "
—¿Crear vínculos?
—Efectivamente, verás —dijo el zorro—. Tú no eres para mí todavía más que un muchachito igual a otros cien mil muchachitos y no te necesito para nada. Tampoco tú tienes necesidad de mí y no soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si tú me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo...
—Comienzo a comprender —dijo el principito—. Hay una flor... creo que ella me ha domesticado...
—Es posible —concedió el zorro—, en la Tierra se ven todo tipo de cosas.
—¡Oh, no es en la Tierra! —exclamó el principito.
El zorro pareció intrigado:
—¿En otro planeta?
—Sí.
—¿Hay cazadores en ese planeta?
—No.
—¡Qué interesante! ¿Y gallinas?
—No.
—Nada es perfecto —suspiró el zorro.
Antoine Saint Exupéry, El Principito.
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domingo, 20 de abril de 2008
Igual que un ángel de mirada fiera
hasta tu alcoba un día he de volver
y hacia ti deslizarme quedamente
envuelto entre las sombras de la noche.
Entonces te daré, morena mía,
besos que tengan gelidez de luna,
y te acariciaré como se arrastran
en torno de una fosa las serpientes.
Cuando llegue la aurora palidísima,
donde yo estuve sólo habrá vacío,
será el lugar del frío hasta la noche.
Otros querrán vencer por la ternura,
yo no, sobre tu juventud y tu vida
me propongo reinar por el terror.
Charles Baudelaire
El sexo de los ángeles
Una de las más lamentables carencias de información que han padecido los hombres y mujeres de todas las épocas se relaciona con el sexo de los ángeles. El dato nunca confirmado de que los ángeles no hacen el amor, quizás signifique que no lo hacen de la misma manera que los mortales. Otra versión, tampoco confirmada, pero más verosímil sugiere que, si bien los ángeles no hacen el amor con sus cuerpos por la mera razón que carecen de erotismo lo celebran, en cambio, con palabras, vale decir, con las orejas. Así, cada vez que Angel y Angela se encuentran en el cruce de dos transparencias, empiezan por mirarse, seducirse y sentarse mediante el intercambio de miradas, que, por supuesto, son angelicales. Y si Angel para abrir el fuego dice "Semilla", Angela para atizarlo responde "Surco". El dice "Alud" y ella tiernamente "Abismo". Las palabras se cruzan vertiginosas como meteoritos o acariciantes como copos, Angel dice "Madero" y Angela "Caverna". Aletean por ahí un ángel de la guarda misógino y silente y un ángel de la muerte viudo y tenebroso. Pero el par amatorio no se interrumpe. Sigue silabeando su amor. El dice "Manantial" y ella " Cuenca". Las sílabas se impregnan de rocío y aquí y allá, entre cristales de nieve, circula en el aire, sus expectativas. Angel dice "Estoqueo" y Angela radiante, "Herida", el dice "Tañido" y ella dice "Relato". Y en el preciso instante del orgasmo intraterreno, los cirros y los cúmulos, los estratos y nimbos se estremecen, entremolan, estallan y el amor de los ángeles llueve copiosamente sobre el mundo.
sábado, 19 de abril de 2008
Me basta así
Si yo fuera Dios
y tuviese el secreto,
haría
un ser exacto a ti;
lo probaría
(a la manera de los panaderos
cuando prueban el pan, es decir:
con la boca),
y si ese sabor fuese
igual al tuyo, o sea
tu mismo olor, y tu manera
de sonreír,
y de guardar silencio,
y de estrechar mi mano estrictamente,
y de besarnos sin hacernos daño-
de esto sí estoy seguro: pongo
tanta atención cuando te beso;
entonces,
si yo fuese Dios,
podría repetirte y repetirte,
siempre la misma y siempre diferente,
sin cansarme jamás del juego idéntico,
sin desdeñar tampoco la que fuiste
por la que ibas a ser dentro de nada;
ya no sé si me explico, pero quiero
aclarar que si yo fuese
Dios, haría
lo posible por ser Ángel González
para quererte tal como te quiero,
para aguardar con calma
a que te crees tú misma cada día,
a que sorprendas todas las mañanas
la luz recién nacida con tu propia
luz, y corras
la cortina impalpable que separa
el sueño de la vida,
resucitándome con tu palabra,
Lázaro alegre,
yo,
mojado todavía
de sombras y pereza,
sorprendido y absorto
en la contemplación de todo aquello
que, en unión de mí mismo,
recuperas y salvas, mueves, dejas
abandonado cuando -luego- callas...
(Escucho tu silencio.
Oigo
constelaciones: existes.
Creo en ti.
Eres.
Me basta.)
Angel González.
viernes, 18 de abril de 2008
Aquello
No eso.
Ni
—mucho menos— esto.
Aquello.
Lo que está en el umbral
de mi fortuna.
Nunca llamado, nunca
esperado siquiera;
sólo presencia que no ocupa espacio,
sombra o luz fiel al borde de mí mismo
que ni el viento arrebata, ni la lluvia disuelve,
ni el sol marchita, ni la noche apaga.
Tenue cabo de brisa
que me ataba a la vida dulcemente.
Aquello
que quizá hubiese sido
posible,
que sería posible todavía
hoy o mañana si no fuese
un sueño.
Ángel Gonzalez
(Poeta español nacido en 1922. Su poesía, llena de contrastes, transcurre entre lo efímero y lo eterno. Falleció el 12 de Enero de este año.)
lunes, 14 de abril de 2008
La eñe también es gente
La culpa es de los gnomos que nunca quisieron ser ñomos. Culpa tienen la nieve, la niebla, los nietos, los atenienses, el unicornio. Todos evasores de la eñe. ¡Señoras, señores, compañeros, amados niños! ¡No nos dejemos arrebatar la eñe! Ya nos han birlado los signos de apertura de interrogación y admiración. Ya nos redujeron hasta la apócope. Ya nos han traducido el pochoclo. Y como éramos pocos, la abuelita informática ha parido un monstruoso # en lugar de la eñe con su gracioso peluquín, el ~. ¿Quieren decirme qué haremos con nuestros sueños? ¿Entre la fauna en peligro de extinción figuran los ñandúes y los ñacurutuces? ¿En los pagos de Añatuya cómo cantarán Añoranzas? ¿A qué pobre barrigón fajaremos al ñudo? ¿Qué será del Año Nuevo, el tiempo de ñaupa, aquel tapado de armiño y la ñata contra el vidrio? ¿Y cómo graficaremos la más dulce consonante de la lengua guaraní? "La ortografía también es gente", escribió Fernando Pessoa. Y, como la gente, sufre variadas discriminaciones. Hay signos y signos, unos blancos, altos y de ojos azules, como la W o la K. Otros, pobres morochos de Hispanoamérica, como la letrita segunda, la eñe, jamás considerada por los monóculos británicos, que está en peligro de pasar al bando de los desocupados después de rendir tantos servicios y no ser precisamente una letra ñoqui. A barrerla, a borrarla, a sustituirla, dicen los perezosos manipuladores de las maquinitas, sólo porque la ñ da un poco de trabajo. Pereza ideológica, hubiéramos dicho en la década del setenta. Una letra española es un defecto más de los hispanos, esa raza impura formateada y escaneada también por pereza y comodidad. Nada de hondureños, salvadoreños, caribeños, panameños. ¡Impronunciables nativos! Sigamos siendo dueños de algo que nos pertenece, esa letra con caperuza, algo muy pequeño, pero menos ñoño de lo que parece. Algo importante, algo gente, algo alma y lengua, algo no descartable, algo propio y compartido porque así nos canta. No faltará quien ofrezca soluciones absurdas: escribir con nuestro inolvidable César Bruto, compinche del maestro Oski. Ninios, suenios, otonio. Fantasía inexplicable que ya fue y preferimos no reanudar, salvo que la Madre Patria retroceda y vuelva a llamarse Hispania. La supervivencia de esta letra nos atañe, sin distinción de sexos, credos ni programas de software. Luchemos para no añadir más leña a la hoguera dónde se debate nuestro discriminado signo.
Letra es sinónimo de carácter. ¡Avisémoslo al mundo entero por Internet! La eñe también es gente.
María elena Walsh.
jueves, 3 de abril de 2008
Convocar las palabras
hacerlas responsables
Pedirles sonido levedad
fuerza sugerencia llamada
exigirles seducción y música
Quedar atento a su sinuoso ataque
cuando dicen gaviota cáliz agua
navaja viento madrugada
Devorar las palabras
hacerlas sangre linfa lágrima
esperma sudor saliva
devolverlas lavadas desnudas blandas
probarlas vino beso vuelo
volver a empezar
morir por ellas.
Rosa Lobato de Faria
hacerlas responsables
Pedirles sonido levedad
fuerza sugerencia llamada
exigirles seducción y música
Quedar atento a su sinuoso ataque
cuando dicen gaviota cáliz agua
navaja viento madrugada
Devorar las palabras
hacerlas sangre linfa lágrima
esperma sudor saliva
devolverlas lavadas desnudas blandas
probarlas vino beso vuelo
volver a empezar
morir por ellas.
Rosa Lobato de Faria
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